«La libertad no hace ni más ni menos felices a los hombres; los hace, sencillamente, hombres»
Manuel Azaña
Cada día me pregunto cómo es posible que aún hoy, miles de personas estén sometidos bajo el poder de la esclavitud; que miles de personas tengan que huir de sus ciudades en busca de la libertad que otros ansían robarle; que haya niños que no sepan que es jugar o una escuela; mujeres atrapadas en la «tradición»; que el más grandes siempre se coma al más pequeño; y que todo ello se haga con una impunidad aplastante.
Y esto es lo más preocupante, que todo se considere dentro de lo «cotidiano». Está tan afincado en nuestra mente que se repite una y otra vez, pasando inadvertido.